miércoles, 25 de enero de 2017

Desobediencia Civil (II) Conclusión



Así que le encargué a otro bloguero que se ocupe de redactar algunas reseñas sobre música y yo voy a seguir desarrollando el tema de la Desobediencia Civil, que empecé en una nota anterior. No que vaya a darle un enfoque político o tomar posición  por algún partido, sino que simplemente hablaré desde el punto de vista de un civil, un ciudadano argentino que evalúa lo que es de público conocimiento. Porque la política está en todo, aunque no adhieras a ningún partido. Te guste o no, como el aire limpio y el contaminado.
Es mi intención ahondar en la obra de Henry David Thoreau, pero creo que para entenderlo debemos entender en qué época escribió y para quiénes lo hizo. Es por eso que concluiré este tema basándome alguna de esas ideas. Esas ideas fueron nutridas por su vida en los bosques, algo que a muchos de nosotros nos hace real falta.





Pareciera que a veces los árboles tapan el bosque. Que cuando se pone algo que parece el ejemplo apropiado resulta que no lo es porque el que mira no ve el fondo de la cuestión, sino su contorno individual, pero tampoco reparando en los detalles que al fin y al cabo te ayudan a entender qué es un bosque. En el ejemplo que di en la primer versión de este artículo encontré que muchos tenían puntos de vista no solamente diferentes sino totalmente opuestos, y no por las razones que a mi me parecerían correctas para sostener esos diferentes puntos de vista. Empezaron a asomar odios irracionales, defendiendo a difuntos por los que antes ni se habían preocupado o a los descendientes de los que ayudaron a aniquilarlos como si fueran parte de nuestro pueblo, cuando en realidad ellos no se consideran parte de nuestro pueblo.(Y cualquiera de ellos que quiera considerarse así debiera aislarse de su comunidad y su familia o callar sus pensamientos y sentimientos para poder convivir en comunidad). Ellos no son "nuestros pueblos originarios." Ellos no nos pertenecen. Se pertenecen a sí mismos, y les importamos en el grado que podamos beneficiarlos, como hace cualquier pueblo extranjero que vive en nuestro territorio. Nunca nos molestó que nuestros antepasados europeos siguieran considerándose parte de las naciones de las que eran originarios. ¿Por qué habría de molestarnos que estos "originarios" pensaran lo mismo y sostuvieran su pensamiento con acciones? Bueno, en las acciones está la cuestión.
Pero primero repasemos que significa Pueblos Originarios.
"El uso del término se ha difundido por su empleo en los Estudios Culturales, las cátedras universitarias y la prensa, en los cuales se lo considera una manera políticamente correcta de referise a las comunidades indígenas.
«Aborígenes» (del latín ad origine) significa ‘[que vive en en lugar] desde el origen’.
Una definición más descriptiva, y no limitada a los marcos de la etimología, apunta a que «son los descendientes de quienes estaban en el lugar antes de la llegada de otros que ahora constituyen la sociedad mayoritaria y dominante. Se definen en parte por su ascendencia, en parte por los rasgos particulares que indican su diferencia en relación con quienes llegaron más tarde, y en parte por la visión que tienen de sí mismos»."
Este mapa de Argentina muestra la distribución de las etnias originarias que actualmente sobreviven en nuestro país(podés ampliar clickeando sobre la imagen para verlo mejor).


Mapa De User:Nazareno98 - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:AborigenesDistribucion.jpg?uselang=es, CC0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20716643

Así que para ser originarios del territorio argentino debieran estar aquí desde antes que llegaran los conquistadores españoles (sobre las "maravillas" de la conquista española y mi punto de vista sobre ella y los ochenta millones de aborígenes exterminados como consecuencia de ella podés leer la reseña de Taki Ongoy ).
Entonces mediante probar su antigüedad en un territorio, probar que son "pueblos originarios", pueden acceder a los beneficios que las leyes nacionales y provinciales les concedan a tales personas.

Volviendo al tema central: ¿Son las acciones de algunas de estas personas desobediencia civil?

Recordemos la definición clásica:
La desobediencia civil puede definirse como "cualquier acto o proceso de oposición pública a una ley o una política adoptada por un gobierno establecido, cuando el autor tiene conciencia de que sus actos son ilegales o de discutible legalidad, y es llevada a cabo y mantenida para conseguir unos fines sociales concretos".
Para que un acto se clasifique como de desobediencia civil, se necesita que la acción se haga públicamente, que sea ilegal o que así lo clasifique el poder, y que al mismo tiempo quien cometa el supuesto delito esté consciente de sus acciones y motivos.
Se manifiesta por negarse a cometer acciones que por la conciencia del objetor a la norma legal violan su sentido de la justicia. Acciones que la ley en cuestión le obligan a hacer, como cuando Thoreau se negó a a pagar un impuesto que se usaba para la guerra, o el que sostenía la iglesia a la cual no concurría, o cuando ayudó a esclavos a escapar (la esclavitud era legal en Estados Unidos en esa época).
Pero sus acciones no tienen que violar los derechos de los demás.
Pueden violar la ley en pro del derecho humano de la libertad (ayudaba a escapar a esclavos, a una "propiedad humana" ajena). El esclavista legal no entendía ese derecho humano. O sea que no le reconoce al esclavista el mentado "derecho de propiedad" y apoya el derecho humano a la libertad.
Él no pagaba esos impuestos, pero no impedía que otros lo hicieran. Cada cual hace de su vida lo que le parece. El objetivo es llamar la atención sobre la injusticia de la ley cuestionada, para que otras personas apoyen la meta de reformarla en pro del bien común.
Pero, contrariamente como se expone en algunos lugares, no tiene por qué ser una acción colectiva para ser desobediencia civil, pues sucede que al principio la sociedad como tal no está capacitada para reconocer la inmoralidad o injusticia de una ley y es el deber del individuo, por más solo que se sienta, llevar adelante la desobediencia, a manera de ejemplo. No se persigue un fin individual sino la concientización general sobre la necesidad de reforma.

Resumiendo:
"En un sistema democrático, el desobediente civil viola la norma como medio de apelación a la mayoría para que ésta rectifique, aunque siempre recurriendo, en la expresión de la protesta, a los mismos principios constitucionales a los que la mayoría recurre para legitimarse. En el marco de sistemas no democráticos, la desobediencia al derecho con motivación política se hace, más bien, al amparo del derecho de resistencia".
Si consideramos que vivimos en un sistema democrático entonces la destrucción de propiedad privada y la invasión de terrenos ajenos no es desobediencia civil. Es violación de la ley. El derecho a los terrenos reclamados debe probarse de manera legal. Implica acciones pacíficas, sujetas a las leyes del lugar.

Según la definición citada arriba, si por el contrario consideramos que no vivimos en un sistema democrático la definición es resistencia y no desobediencia civil.
Yo creo que vivimos en una democracia en la que no todos estamos de acuerdo.
Lo que tus ojos y oídos te muestren, eso será.
Solamente no dejes que se apoderen de vos las alucinaciones y el pánico, porque entonces habrás perdido de vista el objetivo principal de la desobediencia civil que es la LIBERTAD.

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